La movida madrileña no solo fue el reflejo que Pedro Almodóvar mostró en sus primeras películas Pepi,Luci,Bom y otras chicas del montón (1980) o Laberinto de pasiones (1982),sino que hubo otros cineastas que mostraron el cambio social que se estaba produciendo a través de películas como Arrebato (1979) de Iván Zulueta o A tope (1983) de Tito Fernández.Pues bien, con motivo del 25 aniversario del rodaje de A tope, es hora de recordar y reivindicar esta película como un observador de la realidad juvenil y cultural que se vivia en el Madrid de principios de los ochenta. Puede que no este a la áltura de los retratos del cineasta manchego, pero es un buen ejemplo de lo que se llamó nueva ola, y que viene representada por las actuaciones en Rock-ola de Alaska y Dinarama, Golpes Bajos, Loquillo y los Trogloditas, Derribos Arias, Nacha Pop, Aviador Dro, y sobretodo, Objetivo Birmania, un grupo de pop bailable y algo cursi, que se erige en el centro principal de la banda sonora de la película.
Su director Tito Fernández (Las aventuras de Enrique y Ana, Los ladrones van a la oficina, Cuéntame), un asturiano que nos dejó hace un par de años, quisó retratar una sociedad juvenil a través de la vida de una pandilla de adolescentes con sus aventuras en el instituto, sus primeros amores y desamores, y la amistad entre ellos. Especialmente interesantes son las apariciones en el reparto de históricos como Tip y Coll o Rafaela Aparicio.
David Ramiro
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